posts training log
12/31/2013

[trailchile] 4 peaks

((originalmente publicado en trailchile))

[Nota del editor: Domingo 22 de diciembre de 2013, 8:02 de la mañana, Max Keith comienza su travesía Puente Ñilhue — Parque Mahuida uniendo las cumbres del Cerro Provincia, Tambor, San Ramón, La Cruz. Conoce cómo fue su travesía y al final revisa el video de este FKT. NO VEAS EL VIDEO ANTES DE LEER EL RELATO.]

Esto no partió el domingo 22, esto partió el 27 de noviembre del 2011 cuando subí por primera vez el Provincia. Recuerdo cómo me sentí extasiado ante la inmensidad del paisaje a mi alrededor. Recuerdo también, que sentado allá arriba, la ruta que llamo de inmediato mi atención fue el filo que conducía al Sur (no tenía idea que llegaba hasta el Ramón). Mientras bajaba esa vez, mi mente ya se había puesto a trabajar con el poco conocimiento que tenía de la zona (y la poca experiencia que tenía en general). La idea de poder atravesar hasta el otro cerro por su filo y bajar por lo que yo conocía como Parque Mahuida se transformo en una fijación. Esto fue amor a primera vista supongo.

Con el tiempo fui investigando más acerca de la travesía e información general acerca de ésta. Un par de salidas de reconocimiento (1ro hasta el Tambor en el 2012 y después Hasta mas arriba de La Cruz hace un par de meses atrás) terminaron por convencerme de que ésta era la ruta que yo quería realizar. Pero por otra parte, también tenía claro que no me interesaba hacerla como lo hace la mayoría de la gente; yo quería hacerla a fondo y para eso necesitaba ir liviano y tener la fortaleza necesaria para empujar en terrenos que finalmente, requieren mucho más que un par de piernas que sepan/puedan correr. Quería hacer esto bajo mis propios términos y no lo iba a intentar hasta que me sintiera 100% preparado para lograrlo como yo me lo imaginaba.

La simpleza de la línea (trayecto y estética de la ruta), entrar por un parque y salir por el otro, no retroceder pasos y un desnivel enfermo en tan pocos kilómetros, era lo que me más me cautivaba de llevar a cabo esto. Por otra parte, sabía que a pesar de estar tan cerca de Santiago (prácticamente uno no deja de ver nunca la ciudad), allá arriba suele ser bastante desolador y ante cualquier emergencia, las cosas se podían poner feas en poco tiempo. Sabía que no me podía tomar esto como una simple salida al cerro de fin de semana. De cierta manera, tenía que ir preparado para todo, considerando que cargar lo justo y necesario (en cuanto a equipo, liquido/comida) no me dejaba demasiado margen de error en caso de que algo saliera mal, más en este caso que pensaba hacerlo solo.

Una semana completa estuve dándole vueltas en mi mente a la idea de jugármela o no. Como buen final de temporada me sentía poco fresco’ (apaleado a decir verdad) de piernas y en general bastante cansado después de varios meses dándole duro al cerro. Por otra parte, ya tenía reconocida cerca del 80% de la ruta, lo cual me daba algo más de seguridad respecto a lo que me encontraría allá arriba. Finalmente, mi determinación por no dejar pasar otro año más sin llevar a cabo esto se manifestó el sábado en la noche para sentirme 100% decidido a intentarlo. Afortunadamente ya había conversado con Matías respecto a esto, unos días atrás, y él me había ofrecido su apoyo (lo cual era fundamental para mi; contar con alguien en esto marca la diferencia), así que una llamada final el sábado en la noche terminó por comprometerme y cerrar el trato. 8:02 AM del Domingo y apretó START en el reloj. El corazón a mil, no por partir a fondo, si no porque estaba ansioso y emocionado como niño. Esto estaba pasando por fin’.

En mi mente tenía el trayecto dividido en 5 partes y tenía más o menos claros los splits que tenía que hacer para estar dentro del tiempo esperado y así administrar mejor mis recursos. Un poco después del Alto del Naranjo ya podía ver la bajada por la cruz y lo lejos que esta se veía, me hacia dudar a ratos. Sicológicamente es fuerte estar viendo todo el camino que te queda por recorrer sobre todo cuando uno avanza lentamente cerro arriba. Llegó a la placa en el Provincia justo en el tiempo y la verdad no me siento muy entero. Por 5 segundos dejo que mi mente analice la posibilidad de darse media vuelta…es tan fácil darse media vuelta…es tan difícil dar un paso adelante. Apago mi cerebro y me lanzo cerro abajo hacia el portezuelo del Tambor. Ya estas acá y no hay vuelta atrás” me dije, así que mejor me pongo serio y empiezo a disfrutar esto.

En general en todo el trayecto entre la cumbre del Provincia y la cumbre del Ramón no me sentí moviéndome muy rápido; con piernas frescas y un taper decente este segmento puede ir mucho más rápido. Algo de viento ahí arriba hacía que el calor no fuera tan condicionante, pero costaba correr por esos senderos (lo camine casi todo de hecho). Un par de falsas cumbres me hicieron desesperar por unos minutos, pero me bastaba con levantar la cabeza un rato para darme cuenta donde estaba y tranquilizarme. Me convencía a mi mismo de que todo iba bien, que la sed y las piernas como palo no importaban; estaba cumpliendo un sueño. Cuando el camino se ponía difícil me auto convencía que no había llegado hasta ahí por casualidad, sino que por el fruto de dos años de trabajo y perseverancia. Finalmente, logré sentirme cómodo, como si allá arriba fuera mi casa momentáneamente, como si nada de lo que estuviera abajo (Santiago) importara. Pocas veces en mi vida había estado tan presente en el momento.

Toco la cumbre del Ramón, dos respiros profundos y una vuelta en 360º. Pocas veces me he sentido tan en paz. Esta va a ser una de esas cumbres que no se van a olvidar pensé. Cambio de switch y miro hacia el filo y la bajada que me espera. La parte fácil había pasado, ahora solo tenía que bajar por el terreno más hostil que he conocido en Santiago (jajaja). Justo cuando empecé la bajada por ese zigzag de inclinación asesina, miré mi reloj y me di cuenta que iba a romper las 6 horas, pero eso no me tranquilizo. Finalmente, esto no se trata de hacerlo por un tiempo, se trata de hacerlo lo mejor posible”. Dejarlo todo, esa siempre fue la consigna. Con la mente y mi concentración puesta en cada paso y en cada piedra que pasaba, los minutos pasaban, el calor y las más de 4 horas que tenía encima, empezaron a afectarme. Ya no respondía tan rápido y estaba tomando malas decisiones en la navegación. Al llegar a lo que denominan La Puerta” tomo el sendero de la derecha para terminar bajando por lo que se conoce como Los Camellos”. Acá cometí un pequeño error que me hizo pasar un susto demás al tomar mal una salida y tener que traversear hacia la huella original antes de desescalar el paso de rocas más complicado del día. Luego de la parte técnica, toque el portezuelo con ganas de atacar la subida hacia la Cruz con todo lo que mis piernas tuvieran y así lo sentí, llegando arriba con 4:36 teniendo la cumbre para mí solo. Sin perder mas tiempo, seguí con mi procesión pero cada vez me estaba costando más moverme en ese terreno difícil que hay allá arriba, aun así, mi cabeza no me dejaba aflojar. Ya no queda nada” era lo que más me repetía. Llegando a donde estuvo la meta del KV (Desafío Senderos 2012), lo único que esperaba era encontrarme con Matías (en eso habíamos acordado), ya que llevaba un par de horas sin ver a nadie y necesitaba transmitirle a alguien lo que estaba sintiendo. Afortunadamente al rato después de empezar a bajar hacia Mahuida me topo con el Mati y empezamos a bajar juntos. Como buen escolta me ayudo a llegar vivo abajo y me dio una de sus botellas. Básicamente, en esas condiciones lo que hizo fue salvarme la vida.

1

Luego de más de 5 horas, aparece Max

En modo zombie llegué al camino vehicular que marca el kilómetro final y el término del sendero. La sensación de entrar a un camino ancho, después de pasar horas por caminos” angostos y poco amigables, es una verdadera bendición y la cabeza así lo siente. Decidido a matar lo que queda, me olvido de todo y solo me concentro en empujar hasta el final. Aprieto STOP y lo único que quiero es sentarme. Miro el tiempo; felicidad.

1

Zombie mode = ON

1

Comunicando que terminó su cruce

Unos números en la pantalla de un reloj no significan nada si se miran por sí solos. Para mí, esas 5:45 reflejan el trabajo de los últimos 2 años y como he ido evolucionando como persona/corredor en este tiempo. Finalmente, también reflejan –para mí- que lo di todo en ese día y no hay nada mejor que la sensación de que uno se entrego en cuerpo y alma a lo que sea que este haciendo. Satisfacción total. Estos son los días por los que vivo.


posts


Previous post
[trailchile] patagonia international marathon -race report- ((originalmente publicado en trailchile)) Fotografía: Patagonian International Marathon Tengo que comenzar diciendo que todo lo que escribiré a
Next post
[trailchile] por qué voy a las carreras? ((originalmente publicado en trailchile)) (no me acuerdo quien saco esta foto? Mati??) todos admirando el Osorno. ¿Por qué voy a una carrera?